En la Cumbre del Clima celebrada en noviembre en Marrakech, y según datos del Consejo Oleícola Internacional, se estima que el ciclo de vida de un litro de aceite de oliva, desde que se produce hasta que se consume, genera una media de 1,5 kilos de CO2. Pero si introducimos la capacidad del olivar para fijar carbono atmosférico, las cosas cambian de forma radical: Un olivar retiene 11,5 kilos de CO2 por cada kilo de aceite producido, si se optimizan las prácticas del cultivo. Este saldo tan positivo, confirma el importante papel del olivar en la lucha contra el cambio climático. La fijación de carbono redunda también en la biodiversidad y en la capacidad del terreno de almacenar agua, por lo que ayuda a combatir la desertificación que amenaza a amplias zonas del Mediterráneo. España, con más de 2,5 millones de hectáreas de olivar (de 5,5 millones de hectáreas existentes en Europa, tiene un papel primordial en esta lucha. Nuestro "mar de olivos" aspira a ser reconocido como patrimonio de la humanidad al ser el bosque humanizado más grande del planeta
Cubierta vegetal en olivar tradicional
De aquí la importancia de realizar unas labores culturales que eviten la erosión. manteniendo la cubierta vegetal e impidiendo la escorrentía. Por eso, comprar aceite de oliva ecológico o de cultivo en sistema integrado, contribuyen a esta importante lucha contra el cambio climático.
Evitar la erosión y mantener la biodiversidad, objetivos prioritarios
del sistema de producción integrada
La astilladora contribuye a incorporar al suelo los restos
de poda, ayudando a la fijación del CO2
Por eso, en Aceites Heraldo mantenemos nuestros olivares centenarios en un sistema de producción integrada, controlando de forma exhaustiva los tratamientos fitosanitarios y con prácticas culturales de lucha contra la erosión.